PEREGRINANDO OROPESA - GUADALUPE. CRG

 

   

   El pasado 10 de octubre a la llegada al Santuario de San Pedro de Alcántara. Carmen,  de Protección Civil de Oropesa, se interesa por mi aventura y me informa de la marcha que organiza el Ayuntamiento de Oropesa, con intención de divulgar y recuperar el Camino Real de Guadalupe.

 

   Me parece una idea estupenda y como no, me ofrezco a colaborar con ellos en la medida de mis posibilidades.  

  

   Tras unos días de merecido descanso. Busco por la red información del CRG y les hago un track virtual en diferentes formatos para que la gente se los pueda descargar. Les adjunto una imagen del perfil y datos aproximados de Km., desniveles.....

 

   Les publico el enlace en el foromtb y me contesta wobet de Villanueva de La Vera, que me anime y les acompañe. Ellos vienen tres.

 

   Quedan pocos días y hasta última hora no decido participar. Seguía con las molestias en las rodillas de mi última aventura.

 

   El día anterior se lo comento a María, mi mujer. No le  agrada la idea pero me deja hacer.

 

    

   A las 10:30 cargada la bici en la baca voy a Oropesa. Me dirijo al santuario de Peñitas.   

 

   Soy de los últimos en llegar, recojo el dorsal 34. Saludo a J. Antonio el Alcalde. Me reúno con mis amigos de Villanueva, recordamos viejos encuentros en la CircunArenas y VillarejoExtremo.

 

      Unos estiramientos, unas fotos con puntualidad a las 12 de la mañana de un magnífico día  23 de octubre salimos con dirección a Guadalupe.

 

   Giramos a la izquierda y cogemos el camino de Peñitas al Sapo. Todo seguido bien señalizado seguimos por el camino de  Pozuelos, atravesamos alguna portera. Se rueda a un ritmo alto, pues el camino es favorable.

 

  

    Yo empiezo a tener malas sensaciones, pero como voy charlando con mis amigos de Villanueva, no me doy cuenta y llegamos a Alcolea de Tajo. Aquí es cuando pierdo a David y Pablo. Ya nos les volvería a ver hasta muchas horas después en Guadalupe.  Pablo tuvo un día gafado con los pinchazos.

        Como vamos tan rápido tenemos que esperar que llegue P. Civil para que nos selle el rutómetro. Bajamos por la carretera hasta Puente del Arzobispo. En la entrada y pasada la gasolinera giramos a la izquierda para subir por la calle Cañada Real cruzar la carretera y dirigirnos al polideportivo. Aquí volvemos a esperar pues tampoco esta el sello. Nos firma el de P Civil y seguimos ruta. 

          Cruzamos el Puente sobre el Tajo y giramos a la derecha para ir paralelos a la carretera de Villar del Pedroso.

      Tras unos kilómetros, se pierde el camino y la ruta discurre por la carretera ya en ligero ascenso, buen firme y se rueda rápido.

 

 

      

   Llegamos a Villar del Pedroso PK 30. Aquí el grupo de cabeza ya va fragmentado.

 

 

 

   

   Repongo agua, sello, subo el sillín a tope para evitar más molestias en mis rodillas. Y tras un breve descanso prosigo la marcha.

 

  Al salir de Villar giramos a la izquierda para seguir por el camino de las Zahúrdas de Geromo. Siempre subiendo llego ya en solitario a Carrascalejo. Me pierdo pues según el rutómetro tengo que buscar las piscinas para sellar, veo rodadas de bicis y las sigo al final del pueblo. Allí esta la piscina. Volvemos a esperar a que llegue el sello.

 

  Como un par de sándwiches que había preparado en casa recargo agua y vuelvo sobre mis rodadas para coger la Cuesta Colorada que se me hace muy dura.

   Me salta la cadena por un golpe de piedra y noto un brutal tirón en el abductor derecho

     Paro un rato por si se pasa y decido seguir a pie el resto de la dura subida pues es terreno de piedra suelta. Al llegar a La Umbría enlazo con la carretera. Decido montar y apenas un kilómetro tengo calambres en la pierna. Decido seguir un rato a pie. 

 

   Cuatro kilómetros después a pie y subido en la bici corono el Alto de Arrebatacapas. Aquí paro y recupero fuerzas. Hago estiramientos de la pierna

 

 A mi derecha esta el CRG, pero me acuerdo del comentario del alcalde de seguir el rutómetro por el asfalto y dejar la trialera para mejor ocasión.

 

   Consulto mis apuntes y viene prácticamente bajada hasta Navatrasierra. Me animo y monto en la bici. Rápido descenso por asfalto y llego al pueblo. Busco el sellado en las escuelas. Sigo bajando y a la salida del pueblo me encuentro con P Civil y un herido, aparentemente rotura de clavícula, lo menos que le podía haber pasado al esquivar a un coche a la salida de una curva cerrada.

 

      Sigo bajando y a mi izquierda señales del CRG que ignoro con acierto para seguir por el asfalto, unos repechos que me obligan a bajarme de la bici, más calambres, se me suma el gemelo. Se me pasa por la cabeza el abandonar, pero me comprometí a pasarles el track real de la marcha. Hago estiramientos y tras una larga parada prosigo la marcha esta vez andando con la esperanza de recuperarme.

      

   Alterno el camino a pie y sobre la bici.

  

   Hacía tiempo que no lo pasaba  tan mal con la bici.

    Llego al Hospital del Obispo, otro descanso y aprieto los dientes para seguir hasta el Alto del Hospital. Otra parada persisten las molestias pero ya sé que el resto es bajada. De éste comentario me acordaría después.

  

        Rápida bajada que me llevan a la carretera que une Guadalupe con Navalmoral. Apenas un kilómetro después marca del CRG a la derecha. Puente Los Álamos Bonita bajada entre castaños y robles. Avituallamiento líquido y tras pasar una puerta empieza un tramo en subida entre pinos y castaños por la senda de la Carrera del Caballo.

     

  

 

   Dura ascensión para mis maltrechas piernas pero el tramo es espectacular, me recuerda a nuestra zona de Arenas.

 

 

 

   Tras pasar varias puertas llego

 al Puerto del Humilladero.

   

 

   Respiro tranquilo, todo ese sobreesfuerzo merece una recompensa ya veo Guadalupe al fondo. Y además todo en bajada. No paro mucho pues la luz ya empieza a escasear y las marcas del CRG me indican un precioso camino de piedras y arenas paralelo a la carretera en rápido descenso. Ya sea la escasa luz o la imagen de Guadalupe al fondo que me hace disfrutar de la bajada. Hacia muchos kilómetros que no disfrutaba, hasta se me olvidan las molestias de la pierna.

 Todo bajada, callejeo hasta llegar a la escalinata del Monasterio de Guadalupe.

      Momentos de alegría por haber completado esta marcha. Han pasado casi ocho horas desde que salí de Oropesa. Muchísima gente, me enteraría después que más de dos mil peregrinos llegaban esa noche a Guadalupe. Pienso que uno más ha llegado maltrecho pero he llegado.

  

   Unas fotos y busco el polideportivo para una reconfortante ducha.  

 

   Son cerca de las ocho cuando me plasman el último sello en la cartulina. Como algo y charlo con los amigos de Protección Civil. Me comentan que de los casi 40 que salimos de Oropesa.

   Hemos llagado 9 bicigrinos pero que están localizados y aún por llegar 6 bicigrinos más. De los corredores solo quedan dos y que tras un masaje en Navatrasierra prosiguen el camino de noche y esperan llegar sobre las seis de la mañana.

  

 Pasadas las nueve de la noche llegan los amigos de Villanueva acompañando a la chica. Me comentan los continuos pinchazos y la generosa decisión de acompañarla hasta Guadalupe. Sin su compañía estoy seguro que no hubiera completa esta aventura.

   Pasadas las diez, montamos las bicis en el camión y salimos en el bus con dirección a Oropesa. A los pocos kilómetros veo que por el suelo del bus aparecen finos regueros de líquido, que por el olor me da a mí que es del radiador. Se lo comentamos al conductor pero sigue. Pasado Castañar de Ibor la pérdida de refrigerante es alarmante y paramos. Llamo a María para darle novedades e indicarle que llegaré tarde. Todo entre risas y buen ambiente entre los bicigrinos, pues David había metido la bici de los pinchazos en el bus y en plan de coña le comentábamos que había perforado el conducto con ella.

   Se localiza otro bus. Mientras se rellena el circuito y proseguimos viaje hasta Peraleda donde hacemos el cambio.

 

   Pasadas las 12 llegamos a Oropesa. Me despido del conductor de P Civil y de los amigos de Villanueva, monto la bici y vuelta a casa.

 

   No quiero acabar esta crónica sin agradecer la dedicación y simpatía de los miembros de Protección Civil, Poco personal para una ruta tan larga en kilómetros y duración. A Juan Antonio el Alcalde de Oropesa que secundó este proyecto y realizó el trayecto a pié.

 

   Otra aventura más que comparto con vosotros. Espero que esta crónica y las fotografías hagan que la próxima edición sea mejor y con más participación.

  

   El camino esta allí, solo hay que seguirlo.